lunes, 25 de junio de 2007

Take a woman like you

Las casualidades no existen, sólo pasan porque han de pasar y nos asaltan sorpresivas, incomprensibles, a veces desdichadas, otras infinitamente gratas; en la mayor parte de las ocasiones una mezcla de ambas.

Estar enamorado es como una enfermedad que nos aparta del resto de acontecimientos y nos remite a nosotros mismos, con nuestras dudas, nuestros sentimientos encontrados, esa suerte de chispazos del corazón dolorosos o dulces. Estar enamorado es una incógnita que reune a todos nuestros “yos” dispersos en la rutina, casi amortajados, en uno solo que existe únicamente para ELLA.

Las casualidades hacen de nosotros marionetas que actuan a un son que se recita meloso, hipnótico, como una hierba prohibida que nos situa en otro momento, en otro lugar. Hace unas semanas que sólo existen ellas: la casualiadad y esa chica que llama a tu puerta sin más. Por ellas tuve la necesidad de volver a ver “El gran Lebowski”, esa obra maestra de los Coen. En su momento no lo entendí, pero solo hubo que esperar unos minutos para comprenderlo todo. Los títulos de crédito se acompañan de una de las canciones de amor más profundas jamás cantadas. Y fue entonces cuando comprendi que ellas (casualidad y esa chica) se funden en el más sencillo de los teoremas. La canción comienza y finaliza con el único de esos “la-la-la-la” sesentañeros con cierto sentido (y sentimiento):

The man in me will do nearly any task,
and as for compensation, there's little he would ask.
take a woman like you
to get through to the man in me.
Storm clouds are raging all around my door,
i think to myself i might not take it any more.
take a woman like your kind
to find the man in me.
But, oh, what a wonderful feeling
just to know that you are near,
sets my a heart a-reeling
from my toes up to my ears.
The man in me will hide sometimes to keep from bein' seen,
but that's just because he doesn't want to turn into some machine.
took a woman like you
to get through to the man in me
El Nota (The Dude), Dylan y el azhar lo hicieron evidente: elegirte a ti para poder encontrar al hombre que hay en mi. Pero, oh, que maravillosa sensacion saber que andas por aquí.

1 comentario:

Anónimo dijo...

muchas gracias.... la cancion... en fin... simplemente la leche