sábado, 27 de septiembre de 2008

Madrid-Cieza-Madrid

Madrid, 9 de la mañana. Empieza a hacer fresco. Salgo de casa y atravieso el Parque del Cerro del Tío Pío en dirección a Pío Felipe para coger el metro en Buenos Aires, en la avenida de la Albufera. Más que fresco es frío en el parque por el que pasan erráticos algunos humanos haciendo "futing". Cuando voy a cruzar Valderribas reparo en un solar donde Alcampo Vallecas acumula los desechos del día anterior. Un monton de "containers" esperando ser llenados para trasladarse a cualquier vertedero. En la entrada del solar se amontonan un buen puñado de emigrantes, la mayoría rumanos, desaliñados. Discuten entre ellos. Un guardia intenta poner orden. En esto una pala arroja a uno de los trailers un monton de basura que provoca la estampida de los emigrantes. Trepan al contenedor y empiezan a extraer toda clase de comida: yogures caducados, paquetes de alitas de pollo precintados, cartones de leche. Lo que nunca compraríamos alimenta a otros.

Siento más frío...y más vergüenza. El policía se ve desbordado y decide ocuparse en otras cosas. Yo me hundo en mi sudadera, me subo la capucha, agacho la cabeza y sigo mi camino al metro, mientras escucho a una señora que indignada grita "parásitos de mierda".

Cieza, algo más de las 9 de la mañana. He pasado un buen fin de semana con mi chica (envidiosos). El sábado llovió y aprovechamos para buscar el calor entre las sábanas. Era tarde de mesa de camilla, alguna película y un par de kebab para cenar. Luego nos rebuscamos entre jadeos hasta que nos venció el sueño. Se hace duro volver a Madrid, así es que me espero al lunes para marchar con un colega de Murcia al que llamo para que me recoja en la "chimenea". Enfilo la Gran Vía y me doy cuenta de un revuelo en la puerta del "Día". Un grupo de emigrantes ha asaltado un contenedor en el que la dependienta ha echado los yogures caducados, las alitas de pollo empaquetadas y los cartones de leche pasados de fecha. Me detengo y echo una foto con la cámara. Un señor mayor se me acerca y me pregunta: ¿es usted periodista?. Le contesto que no y casi sin dejarme terminar me alienta a que denuncie en la prensa a "esa gentuza". "Soy policía retirado" me dice, "y sé que los periodistas podéis acabar con esta plaga".

Miro a mi alrededor y no veo el Parque del Cerro del Tío Pío, luego no es Madrid y el señor que tengo delante no se parece a la mujer que gritaba, pero me doy cuenta de que la misera humana es la misma en Vallecas o en la Gran Vía de Cieza. Y no lo digo precisamente por los rumanos.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Enhorabuena KEKO!

Me he decidido por primera vez a comentarte en tu blog, pero llevo mucho tiempo leyendolo.
Pero esta entrada me ha conmocionado.
Como tu, vivo fuera de Cieza, pero soy ciezano hasta la cepa.
Yo vivo en Barcelona (con este dato ya muchos de aqui ya sabrán quien soy, aunque tu no me conozcas, aunque seguro me habrás escuchado este verano en la radio en Cieza, ahora seguro que la gente ya sabrá quien soy).
Solo comentarte que este dato, que tan bien has trasladado a Cieza, es muy cercano a mí, aquí en Barna.
Para decirte que aquellos que te critican, como hijo de papa que vive en la capital, solo decirte que yo me he trasladado ha Barcelona para estudiar, y no con las pelas de mi papas, sino con lo que he ahorrado todos estos años, cogiendo melocotones, como muchos jovenes de Cieza.
Vivir en Barcelona es muy caro, me cuesta un riñón, y afortuna o desgraciadamente (según se mire), no cuento con la ayuda economica de mis padres. Él tiene una pensión de 500 euros al mes por invalidez y mi madre está en el paro, asi que la pensión no le llega ni para sobrevivir ellos, pues imaginate lo que tendrán para darme a mi (nada).
Sobrevivo aqui en barcelona como puedo, buscando curros de mierdas en ETT's, compaginandolo con el estudio, aun así no me llega para comer, ya que el casero se lleva todo lo que gano con el alquiler del piso. De este modo, lo que has contado en este comentario me es muy cercano a mi, no solo los inmigrantes tienen que buscar en los contenedores para poder comer de lo que tiran las grandes superficies. Somos muchos los estudiantes, yo entre ellos, que muchas veces nos vemos obligados a buscar en los contenedores para poder comer ese día. Mis padres no lo saben, se avergonzarían mucho y me obligarian a venir a Cieza. Pero yo no me averguenzo, es una forma más de poder sobrevivir en una gran ciudad.
Me gustaría ver a todos aquellos que te critican buscando en los contenedores como yo, a mi no se me caen los anillos.

Nada más que decirte, enhorabuena por tu blog, y sigue adelante.

Keko dijo...

Gracias por tu comentario, como verás no siempre son tan "comprensivos".

Sé a que te refieres cuando dices que muchos estudiantes rebuscan en los contenedores de basura, no sólo los inmigrantes.Y no, no siento vergüenza por ellos: la siento por la pasividad con que contemplamos el hecho y sobre todo por el desprecio con que alguna gente se pronuncia sobre el hecho en sí.

Tengo un amigo nigeriano que las pasa muy putas en el día a día. Una vez le pregunté si le merecía la pena haber venido a España y me contestó que aquí siempre hay alguien que tiene más que tu y que incluso le sobra. En su pueblo natal nadie tiene nada, a nadie le sobra nada, al contrario, hay dias en que comer un poco de arroz o un caldo de ave es todo lo que puede llevarse al cuerpo.

En cuanto a mis detractores... ¡bah!... tienen la desvergüenza de llamarme hijo de papá cuando en realidad no saben nada de mi. Lo que ocurre es que quizá suponen que soy otra persona. En cualquier caso, ¿quiénes son ellos para decir nada de nadie si viven bajo las faldas de papá y mamá con todos los lujos que muchos no podemos permitirnos?. Ellos pueden no saber quién soy, pero yo si los conozco a ellos, los de siempre, no fallan, están en todas :)

En cuanto a tí, mi admiración por tomar tu vida por los cuernos y afrontarla con toda la dignidad del mundo. Posiblemente nadie te lo va a reconocer, pero serías un buen ejemplo para más de uno y en esto me incluyo. Así es que, ánimo tio y a tirar "palante" que seguro que podemos con ellos: son pocos y cobardes :)

Un abrazo amigo y toda la suerte del mundo.