Mercadeo político

La pasada semana ojeando "El Pando News" leo, no sin estupor, una noticia en la que relataba como el responsable de la Concejalía de Senectud se desplazaba "nosedónde" para realizar un curso de "marketing político".

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Sin palabras me quedo. A ver, esto de "marketing político" debe ser como el concepto aquel de "parque con vegetación reciclada" que incluso para un premio nacional de Medio Ambiente resultó totalmente novedoso.

A mi modesto entender, modestisimo si tengo la osadía de compararme con el ilustre Teo después de hacer el curso, lo del marketing tiene que ver con técnicas de mercado, de hecho la palabra correcta en castellano es "mercadotecnia".

Casar comercio y política no parece que termine en buen matrimonio, a no ser que se considere que la labor politica tiene que ver más con "vender la moto" que con "servir a los ciudadanos".

En ocasiones el término marketing suele emplearse como sinónimo de publicidad, pero entiendo que ésta es un recurso más de la mercadotecnia que, al parecer, tiene más relación con el incremento de la demanda para fomentar el consumo.

Así es que no sé muy bien que es lo que se pretende con eso del "marketing político", pero en cualquier caso el mercadeo me parece algo tan sucio que mezclarlo con la práctica política de un municipio me suena a "tongo del bueno" o a "trola marrana", vamos que me da mala espina.

Pero, ¡ah!, eso si, queda de puta madre de cara a la galería: pueeeees este "finde" he estado en un curso de "marketing político" y a gastos pagados que para eso es por el bien de la ciudadanía a la que a partir de ahora podremos engañar más y mejor para que consuman nuestra política de "corte-inglés" o de "cartón-piedra", como el Santísimo Cristo del Cosuelo.

Igual es un curso para aprender a explicar como hay que devolver ahora los "leuros" al tipo de las motos y los toyotas al que el convenio se le ha quedao en "na de na", vamos que ni para medio hoyo de campo de golf.

O igual el "marketing político" permite que comprendamos como casi un año después de aquel bochornoso espectáculo de pleno en el tiempo de descuento se aprobaba un plan que está sin aprobar por la mayoría absoluta del PP en el Ayuntamiento y en la Asamblea Regional.

Total que veo al concejal de Ancianidad ocupando el sillón de Portavoz "potrocolario" intentándonos meter las "tres" patas por el mismo calzón. Y a todo esto...¿qué coño nos importa que Teo se vaya a hacer un curso, ejercicios espirituales o el master en capoira?. Bueno, lo dejo, que luego me dicen que le tengo envidia. ¡Pos va!