Mosquito Oléico es el ejemplar del bestiario de esta semana. El mosquito (DRA 4. m. coloq. p. us. Hombre que acude frecuentemente a la taberna) apereció en la escena ciezana hace unos años chupando la sangre con su rápido movimiento, yendo de flor en flor y de "arca en arca" para saciar su apetencia por "el jugo". Procedente de las tabernas, que no cavernas, en su versión oléica se erige en defensor del noble "olivum" del que dice ser amigo y así, asociado con otras especies similares se ha reproducido y aprovecha su larga trompa (no quisiera yo decir que esto es como tener un morro que se lo pisa) para absorver mientras otros escupen huesos de "olivum".
De un tiempo a esta parte ha ideado una suerte de concurso de escupitajos que "la Cieza de charanga y pandereta" ha tomado como una de las fiestas garrulas con las que pretende dar a conocer la Letal Villa de Cieza, incluso más allá de las fronteras de la "Cabeza del Asno".
La picadura del Mosquito Oléico se siente en forma de "pellizcos monetarios", sobre todo en la zona económica del Consistorio, del que de vez en cuando supura una buena cantidad destinada a viajes de promoción turística a diversos lugares dónde el "Mosquito oléico" y su recua de larvas se deplaza a seguir succionando y escupiendo. Ha surgido una subespecie recientemente denominada "Mosquito oléico ferroso" que se caracteriza por su largas "zancas". Hibrido de nuestro personaje de hoy y de un antiguo mandatario dípterio muy apegado al "yerro", el oléico ferroso suele encontrarse en abundancia en el "centralparc" de Nueva york. Y es que ahora entenderéis como entre tanto Ferrorum y Ferroso, no es de extrañar yanto "yerro", vamos que ni una a derechas.
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