miércoles, 25 de abril de 2007

Miedo

No hay nada más opuesto a la democracia que el miedo. Es común oir eso de “en el pueblo nos conocemos todos” para bien o para mal. Lo que es cierto es que esta semana he podido constatar de primera mano que hay ciudadanos de esta Letal Villa de Cieza que viven situaciones de verdadero temor. Temor porque les vean hablando con tal o cual persona con claras afinidades políticas. Temor a las represalias que determinados poderes fácticos puedan tomar contra ellas. Temor porque su situación laboral es precaria y de un plumazo puede verse en la calle por el simple hecho de que “en el pueblo nos conocemos todos” y te hemos visto con....También he podido comprobar como existe la figura del sicario, ese al que de pequeños llamabamos chivato, el pelota del curso que señala con el dedo para salvar su culo o ganar prebendas del poderoso. Es el mismo modelo de persona que antaño señalaba a los rojos para que la justicia sumarísima del franquismo actuara. Es el mismo miedo, el temor, la ansiedad de ir por la calle mirando hacia atrás “por si me ven contigo”. Así es que algunos han llegado a decir: “si no te saludo por la calle no es por descortesía, sino para no perjudicarte”. Luego a algunos se les llena la boca de palabrería democrática y tenemos que aguantarnos los vómitos y las arcadas.

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