sábado, 18 de agosto de 2007

El hueso olímpico

Mis dos colegas Juanma y Benja van camino de Osaka a participar en los Campeonatos del Mundo. Llevan años de intensa preparación para llegar a lo más alto de la élite del deporte. Personalmente yo esto de las competiciones como que no, vamos que eso de ser primero en algo me da un poco de espanto. Pero ellos han elegido ese camino y son ejemplo de esfuerzo, coraje, dedicación, constancia... sin nombrar a José, “El peseto” que lleva en esto toda la vida pasándolas canutas en ocasiones cuando podía haberse dedicado a ejercer su profesión de médico y estar ganando una pasta.

Ahora me entero que los “amigos de las oliveras” -esto suena ya de risa porque bien pensado qué pijo les importa a ellos las oliveras si se las están cargando por días y no les veo yo muy reivindicativos al respecto-; decía que los amigos éstos han decidido enviarle una carta al Presidente del Comité Olimpico Internacional para que lo de “escupir” (palabra que inglés queda fatal, por cierto) olivas sea deporte de exhibición en las Olimpiadas de Pekín.

Pues mira, “amiguitos”, ni de broma tiene gracia. Es más, para los que están machacándose a diario con entrenos durísimos, superando lesiones que interrumpen inoportunamente la preparación, para los que sienten eso del “espíritu olimpico” muy dentro, para los que su mayor meta profesional y, sobre todo, personal, es acudir a unas Olimpiadas gracias al esfuerzo diario, para los que tienen que superar el trabajo silencioso y callado 365 días al año, la cartita de marras les ha debido sentar como una patada en “los mismos”. Me imagino la preparación de los “esforzados” lanzadores de huesos durante el año. Vamos, que ni de broma.

Bien está que unos se inventen populacheros concursos pueblerinos para salir en la tele al igual que los habitantes de Balsicas con su concurso de rebuznos o los del pueblo ese de la tomatina, pero de ahí a insultar con cartas-broma a quienes se toman esto en serio, va un trecho de difícil justificación. Sobre todo cuando algunos de los “amiguitos” pretenden vivir del cuento a base de explotar una idea que no pasa de ser un pretexto para beber cerveza en un día de Feria. Y mientras los benefactores locales soltando la pasta porque diez segundos de televisión en un telediario son todo un reclamo publicitario. Ya sabes, dinero llama a dinero.

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