lunes, 15 de diciembre de 2008

Edu

Podría llamarse así o de cualquier otra forma, para el caso lo mismo da. Eduardo, Edu, dejó los estudios en primero de bachillerato después de repetir y harto de sentarse en la silla un día antes de los exámenes con un tocho para estudiar que ni te cuento. La cosa de estudiar no iba con él. Probablemente su camino era buscar una cualificación profesional en algún módulo que le diera una formación técnica mínima para labrarse eso que llaman futuro.

El padre de Edu era albañil, de los de toda la vida, así que caminó los mismos pasos y se metió "en la obra", para aprender más que nada, pero con la esperanza de ganar en un par de años el mismo sueldo de su padre. Dos sueldos así en la familia, más el de su hermana, ayudante en una peluquería, más la pensión de la abuela y las "pelas" de su madre que limpiaba un portal de un edificio daban para mucho.

Así, la familia de Edu se trasladó a un piso de 140 metros para el que firmaron una hipoteca de 30 años y por el que pagaron 34 millones de las antiguas pesetas. Además Edu se compró un BMW de segunda mano, pero en buen estado al que fue poniéndole vinilos, neones y un equipo de música que demolía las ventanas cuando circulaba por la calle. Añadimos además la tele de plasma de 42 pulgadas y unos cuantos chismes más para vivir cómodamente. A fin de cuentas se lo podían permitir.

El paso de los años hizo que el gasto se incrementara, pero Edu ya tenía un sueldo "como Dios manda". Más dinero, más gastos, más caprichos, más consumo. Su hermana pensó en casarse y compraron otro piso para ella, a medias con la familia de su novio, albañil también y compañero de Edu y su padre. Hoy los tres están en paro, esperando que les llegue la ayuda, que se retrasa. Parte de sus sueldos lo cobraban en negro por lo que el subsidio no irá más allá de los 600 € con suerte. La hermana de Edu ha sido despedida de la peluquería a la que ya no acuden con tanta frecuencia las clientas, que son las mismas de siempre, pero que ahora se apañan los pelos una vez al mes no como antes, semanalmente. Esperando el paro, la pensión de la abuela sólo les permite llegar a mediado de mes y lo que su madre gana es para los gastos mínimos de luz, agua, gas...

Las dos hipotecas de los pisos llevan dos meses sin pagarse. deberían vender el piso, pero cualquiera lo hace ahora. El BMW ha terminado en una compraventa de coches de segunda mano que no lo valoró más allá del 10% de lo que había costado. Pero el dinero era necesario.

A sus 23 años, Eduardo, Edu, no sabe hacer ya otra cosa que levantar ladrillos. No digamos su padre que lleva 30 años en la profesión y que con "cincuentaytantos" se plantea cómo llegar al final de sus días laborales para tener una pensión. Se pregunta quién contratará a un trabajador mayor como él. Edu tampoco lo tiene claro, pero maldice el día en que le pudo la tentación de dinero fácil en el bolsillo. El otro día me comentaba que se sentía engañado y que la culpa, como siempre, era de cualquiera menos de él. Supongo que tendrá razón, quién sabe, pero me asalta la duda de si esta crisis no es más que producto de una locura colectiva y de una falta de previsión por parte de todos. Incluso de Edu que hoy echa de menos las sentadas delante de los libros el día de antes del examen. Y al BMW que le den.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Por primera vez me voy a animar a hacer un comentario... Te leo todas las semanas, puedo estar de acuerdo con lo que pones o no; pero te sigo.

Con respecto a lo que comentas esta semana esto es lo que hay. Amigos míos han triplicado su sueldo de albañil con el mío de oficinista y ni les ha dado para un vehículo normal, y ahora se encuentran sin trabajo y sin pasta. El problema puede venir en la educación económica que hayan recibido; cosa que mi madre tanto a mi hermano como a mí si nos enseñó. Por mucho que ganes no puedes derrochar; y si no te llega a un BMW te puedes comprar un ford; un citroen que también hacen su papel. Luego el nivel de vida que llevaban (a tope jueves noche; viernes tarde y noche; sábado mañana tarde y noche y domingo tarde) es muy difícil de llevar; y viviendo en casa de los padres sin apenas pagamentas; sólo los caprichos. Es bueno que cosas de estas pasen de vez en cuando porque así la gente madurará para la próxima vez (Yo sólo tengo 25, no pienses que tengo 40).

Saludos y sigue escriendo como lo haces y perdón por la parrafada.

Y por cierto, si enseñas la cara tampoco pasa nada...

Keko dijo...

Estoy totalmente deacuerdo contigo. El afán de consumo es colectivo, pero también es cierto que depende mucho de lo que hayas mamado en casa. Creo que todos coincidimos en que, en general, la gente ha vivido muy por encima de las posibilidades económicas, sin pensar que el día de mañana las vacas serían flacas.

Lo que no creo es que esto sea una enseñanza en plan moraleja de la que todos aprendamos. Desgraciadamente la historia se repite como el ajo y a la próxima burbuja...mas consumo y ahí, pienso, si tiene la culpa eso tan difuso que llaman "el sistema".

Gracias por tu comentario y por seguirme :)